Cuando empecé a conocer a las lumbreras de la Orden de Predicadores quedé asombrado por su piedad, oración y amor al estudio. Sin embargo, de entre todos brilla uno de manera especial y es san Alberto Magno, maestro de maestros, que se dedicó tan profundamente a estudiar que sabía de casi todas las materias de su tiempo, por eso se le conoce como el Doctor Universal. Al retomar las obras de Aristóteles, pensó además de la ciencia divina en las ciencias humanas.
Al conocerlo me lo propuse como modelo a seguir y me dispuse a aprender de diferentes temas y si bien todavía estoy mu lejano a ello, me motiva y alegra saber que sigo a tan insigne maestro.
La cristianización de la obra de Aristóteles fue una labor admirable que realizaron san Alberto Magno y santo Tomás de Aquino.
Al conocerlo me lo propuse como modelo a seguir y me dispuse a aprender de diferentes temas y si bien todavía estoy mu lejano a ello, me motiva y alegra saber que sigo a tan insigne maestro.
La cristianización de la obra de Aristóteles fue una labor admirable que realizaron san Alberto Magno y santo Tomás de Aquino.
Oración a san Alberto Magno
Señor,
Tú que has hecho, insigne al obispo a san Alberto
porque supo conciliar de modo admirable
la ciencia divina con la sabiduría humana,
concédenos a nosotros aceptar de tal forma
su magisterio que por medio del progreso de las ciencias
lleguemos a conocerte y amarte mejor.
Amén.
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