En geografía hablar sobre lo que es una región es uno de los temas centrales. Existen diversas formas de entender y conceptualizar lo que es una región, desde un punto objetivista es algo dado que se ha ido formando con el tiempo y está vinculada principalmente con los aspectos físicos, peculiares de una porción espacial; de aquí surge lo que se conoce como región natural.
Se puede hablar de región desde un punto de vista metodológico cuando después de realizar un estudio estadístico se analiza el comportamiento de una o de muchas variables relacionadas con la producción, el consumo o distribución de los productos y se observa en el mapa la configuración de espacios aislados o islas, pero también se representan regiones económicas, territorios contiguos con un comportamiento similar en su economía. Una de las técnicas más empleadas en este caso es la del valor del índice medio.
Heidegger y las regiones de lo cotidiano
Martín Heidegger comentaba que no necesariamente una región tenía que ser espacial, ya que se puede hablar por ejemplo: de la región de lo matemático, de lo simbólico, hoy se podría hablar de regiones en Internet. Algo similar planteó Pierre Bourdieu, en su teoría de los campos. Ahora cuando una región es espacial no necesariamente tiene que ser un gran bloque, ya que pueden existir microrregiones; ni tampoco tiene que estar determinada sólo por factores económicos, sino vista a partir de otros criterios como la historia y la cultura, en especial de los modos de ser en su vida diaria, se puede hablar entonces de regiones de lo cotidiano llamadas también regiones histórico culturales.
La cultura se ha ido formando y desarrollando a lo largo del tiempo, a partir de procesos de cambio y continuidad en sus elementos, patrimonio y en su identidad. La cultura tiene tres dimensiones: la primera como una forma de vida peculiar, la segunda como un sistema de comunicación y la tercera como un conjunto de conocimientos. Tomando alguno de estos ejes o los tres en un marco temporal se puede tratar de descubrir que territorios son regiones histórico-culturales.
Para Heidegger el espacio es algo constituyente del mundo y a la vez elemento estructural del “ser en el mundo”. La cercanía, lo cotidiano, lo útil, lo familiar es la espacialidad “a la mano”. Aquí entra el concepto de distancia, pero desde el Dasein, lo a “la mano” será lo que está cercano a nuestro “ser”. Esa espacialidad “a la mano”, es lo que lleva al involucramiento con el espacio vivido, el de la gente común. El que ha sido estudiado por la microhistoria, que tiene por objeto de estudio el terruño, la matria o localidad, pero que también puede conducir a la región. Entra aquí la modalidad de ser (estar) en que se puede llamar “habitar”, “residir”, “vivir en”. Cuando se habita en algo, esto deja de ser un objeto para nosotros y se convierte en una parte de nosotros (estar en algo), se puede habitar el lenguaje, la región etc. .
La geoidentidad como elementos fundamental de la región histórica cultural
El territorio se puede ver como un marco de distribución de instituciones y prácticas culturales; también es una representación y apego afectivo a partir de símbolos de pertenencia y por último el territorio es una inscripción de la cultura marcada por las huellas de la historia. La geoidentidad se alcanza gracias a los procesos de socialización, en el que se adquieren elementos simbólicos, sentimiento y status de pertenencia. El territorio juega un papel clave en la formación de los procesos identitarios, la geoidentidad regional se logra cuando una parte considerable de sus habitantes han logrado incorporar su propio sistema cultural los símbolos, valores y aspiraciones de región. Pueden existir tres niveles de geoidentidad: vivida, se logra en la vida cotidiana. Geoidentidad Histórico – patrimonial se alcanza teniendo conocimiento e involucramiento con la historia y el patrimonio cultural de la región y proyectiva, la que permite generar proyectos de desarrollo regional.
La región histórica cultural, como aquella que presenta una serie de procesos históricos que le han dado una forma de vida particular basada en un conjunto de tradiciones, prácticas y símbolos que permiten transmitir los conocimientos y la visión del mundo a las nuevas generaciones además de la identidad o adscripción a la misma. Para identificar estas regiones se tiene que acercar el investigador a la vida cotidiana y a la percepción de la población local para poder hacer su hermenéutica. Dicho de otra manera, la región histórica cultural es un soporte de la memoria colectiva y es un espacio de inscripción del pasado del grupo.
Tepetlaoxtoc en el marco regional
Desde el punto de vista de la región histórico cultural Tepetlaoxtoc desde la época prehispánica, más en concreto desde el 1427 ha pertenecido al Acolhuacán, sujeto a Texcoco. Actualmente la región se conforma por los municipios de Texcoco, Tepetlaoxtoc, Chicoloapan, Chimalhuacán, Papalotla, Chiautla, Chiconcuac, Tezoyuca, Atenco, Acolman, Teotihuacán, Otumba, La Paz, Nezahualcoyotl e Ixtapaluca.
Ahora a su interior Tepetlaoxtoc se forma por cinco microrregiones: Cabecera, Jolalpan, Tolteca-Santiago, San Pedro-San Bernardo-San Andrés y Apipilhuasco-Totolapan. El reto es lograr una geoidentidad municipal, que ayude a la cooperación entre las microrregiones para lograr el bien común.
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